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A veces en vez de contar hasta diez debemos contar hasta once.

Uno. Nuestros pulmones empiezan a recibir aire, ese rico y fresco aire en donde tan solo hay imágenes de lo bello que ha pasado.

Dos. Cierra los ojos, por tus pupilas siguen apareciendo todos esos colores que percibes, tan intensos,

tan efímeros.

Tres. Es estremecedora la idea de qué hubiese pasado si esa noche hubiese aparecido.

Cuatro. Relájate, no vale la pena pensar en el "¿y si...?"

Cinco. Hoy vamos a viajar en el tiempo, refresquemos nuestra memoria con todas esas fantásticas sonrisas de la gente que más nos quiere.

Seis. No importa si el mundo está cada vez más perturbado, cada uno lo agitamos a nuestra manera.

Siete. Lo mejor es que puedes toparte con gente mágica, en todos los rincones habrá alguien que te este esperando para mostrarte su belleza.

Ocho. Busquemos nuevos rumbos, descubramos lugares que nos hagan sentir como en casa.

Nueve. Abre los ojos.

Diez. No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante.

Once. Al final todo saldrá bien, y si no sale bien es que no es el final.