Y presioné.

Tengo esa canción en mi mente todo el tiempo. ¿Qué me querrán decir estos días?

Avaros como nadie rompemos los nudos que nos atan a lo inconfesable.

Días curvos, ¿días curvos? días curvos.

No me quedan teclas que presionar porque no puedo sacar de mi mente todo lo que pesa.

Te echamos de menos.

Y así, solo así, quiero recordarte.

Es que aquella triste noche no te di ni un adiós al partir.

Yo solo quería despedirme, darte un beso y verte una vez más.

Promete que serás feliz.

Se está haciendo tarde, tendrás que marcharte, en unos segundos vas a despertar...

(Abuelo)

Etérea.

Ese fantasmagórico momento en el que te sientes vulnerable, pero eres fuerte.

Ni siquiera el seco chasquido de dedos de tu cabeza logra despertarte, pero cuando una palabra lo hace, palabra de esa persona, quedas más dormido que en cualquier otro momento.

Abrir ese diminuto cuerpo del cual escapan grandes razones, a veces, puede ser un error.

Que de vez en cuando te lean también es divino, pero que te lean cuando no produzcas palabras, eso si que es glorioso.